Te doy el placer de contaminarte con arte, la noble y mas ardiente causa, la de pisar el planeta con la bronca sana, la de acometer contra lo injusto con lanzas de ideales, por desiertos, por campos frutales, la maldad se haya en pleno plan de reclutamiento, y nosotros del otro lado, La magia del deseo, canto de pronto, como un lobo que se defiende de si mismo, y un arquero que para apuntar mejor imagina su rostro en el del rival, mirar, escuchar, hacer ruido, que funcion tan digna, el signo inmortal.
Todavia la luz sigue explotando, gasesito liviano, que me mostro la belleza, sin vos..ella no hubiese pisado la tierra, al gran planeta, al templo luminoso, que bien que groso,
EN la torre, piso nueve, yo soy tu centinela barrio de los lados replegados al centro,
Luz Naranja,
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